"Semillas de esperanza"
CANALIZACIÓN 19-mar-2020 (texto y audio)
Queridos Maestros, queremos pediros hoy que nos facilitéis una meditación guiada para aquellas personas que sientan la necesidad o quieran poner su intención en enviar luz, armonía, amor… a toda la gente que está sufriendo directamente toda la parte negativa del Coronavirus, los que están cambiando de plano, sus familiares, los profesionales que los atienden de manera directa… y también para toda esa gente que está viendo peligrar su medio de vida… en fin, todo aquel que se vea invadido por el pánico y el miedo. Ayudadnos, por favor, a hacerles llegar algo que cambie su estado, que les ayude a encontrar consuelo y que contribuya también a mejorar o a acelerar el estado de crecimiento energético o de vibración de Gaia y de todo el proceso en el que estamos todos involucrados.
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Queridos amigos… son el Maestro Jeshua y la Maestra Miriam los que nos acompañan hoy como maestros de ceremonias junto a otros muchos grandes seres de luz… Quieren que sepamos que no estamos solos, que ellos nos sostienen, que este proceso se hace de manera conjunta desde los diferentes planos, aunque es cierto que la parte más dolorosa se vive aquí, en el 3D. Y ellos lo comprenden perfectamente, porque lo vivieron, vivieron otro momento de cambio como el que estamos atravesando ahora. El Maestro Jeshua quiere recordarnos que esto pasará, el caos pasará, el dolor, el sufrimiento, el pánico… y será un punto más en la historia de la humanidad. Además, será un punto de no retorno, de un antes y un después, el punto de partida de una humanidad con un corazón mucho más abierto, mucho más desarrollado.
Toda esta situación generada va a armonizar nuestra mente con nuestro corazón. Venimos de una época en la que la mente ha sido predominante. Esto nos va a ayudar a entender que necesitamos que mente y corazón trabajen unidos para ser felices y para poder desarrollar no sólo conocimiento si no sabiduría.
Ha sido un proceso muy largo hasta llegar a este punto de madurez, ya se intentó en Lemuria, en Atlántida… Son procesos en los que no lo conseguimos. Pero todos esos procesos anteriores nos han servido de aprendizaje y nos permiten hoy estar preparados para, esta vez, hacer el salto. De forma que, tanto La Madre Tierra, Gaia, como la Humanidad, sus hijos, hijos también del cielo, no tendrán que volver a pasar otra noche oscura.
Quieren felicitarnos, porque ha llevado mucho trabajo llegar hasta aquí, mucho dolor que está aún muy presente en nuestro ADN multidimensional, en nuestro akash, y todo eso nos pesa mucho todavía y, al enfrentarnos ahora a la situación que nos enfrentamos, revivimos todo el dolor que aún queda de otras vidas, de otras experiencias, y todo el miedo vuelve a emerger. Pero esta vez será para soltarlo para siempre, para limpiar nuestro ADN de todas estas experiencias, de todo este miedo y soltarlo por fin. Porque esta vivencia nos va a llevar a entender, a integrar, que sólo desde la colaboración y desde la compasión, desde el amor… sólo desde ahí podemos ser felices, sólo desde ahí podemos seguir desarrollándonos como humanidad.
El modelo del más fuerte, de la imposición del más fuerte, y del control a través del miedo, se va a romper con esta crisis, y caerá. Porque por fin a nivel colectivo estáis preparados para materializar un modelo real de colaboración, de “gana-gana”, en el que quepáis todos, con vuestras diferencias que os enriquecen y que dan color a la vida. Pero con respeto, con tolerancia, con amor, las diferencias no son un obstáculo, son simplemente retos que os permiten disfrutar buscando soluciones creativas.
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Vamos a comenzar con esa meditación que nos pedís…
Queremos que cojáis aire y sintáis cómo ese aire está impregnado de una energía dorada que os produce una sensación de calidez y bienestar. Esa luz dorada llena vuestros pulmones permitiendo que se expandan con flexibilidad y facilidad.
Desde los pulmones llega esa esa luz al corazón, lo envuelve y es como un abrazo cálido que disuelve todo el miedo y todo el dolor que en él guardáis.
Sentís cómo esa luz dorada va reconfortando cada fibra de vuestro corazón, cada célula… y cómo lo llena de una luz blanca, potente, que crece más y más… de forma que se expande a través de todo vuestro cuerpo físico llegando a cada célula.
Esta luz cálida sigue extendiéndose por cada átomo de vuestros cuerpos energéticos y os envuelve como un abrazo protector, infranqueable.
Ahora queremos que os acomodéis, sentados o tumbados, de manera que podáis relajaros… y os visualicéis en un templo. Es un templo energético, con una luz blanca, cálida, un poco azulada… Estáis sentados en el centro, en círculo, y a vuestro alrededor, también en círculo, estamos todos los maestros y seres de luz irradiando sobre vosotros todo nuestro amor.
Queremos que os dejéis envolver por esta energía amorosa que os enviamos; que sintáis cómo unos brazos, o mejor casi unas alas enormes, cálidas, rosadas… os envuelven. Y desde ahí (poned las manos en vuestro corazón) sentid toda esa calidez, todo ese amor, sentid cómo todo eso se concentra en una esfera en vuestro corazón.
Esa esfera emite un rayo de luz que se conecta con el resto de corazones, también con nuestros corazones, formando una red de amor que al unirse crece, porque el amor siempre se multiplica, y genera una gran esfera, inmensa, que nos envuelve a todos. Podéis visualizar dentro de esa esfera a vuestros seres queridos, especialmente a aquellos que creáis que más lo necesitan; a vuestras mascotas, plantas, hogares, vuestros centros de trabajo…
Visualizad cómo esa luz rosada es como un algodón mágico que va disolviendo todo el dolor, todo el miedo, todo el caos… Imaginad cómo todo se va reconstituyendo en su mejor versión. Visualizad a vuestros seres queridos sanos, felices, sonrientes, llenos de júbilo, de salud, de alegría, podéis abrazarlos…
Podéis ver vuestra casa llena de sol… y vuestro lugar de trabajo funcionando de maravilla, con un ambiente laboral estupendo y un ritmo fluido de trabajo…
Podéis visualizar vuestras ciudades normalizadas, con una actividad normal, con gente paseando, riendo, charlando, tomando el sol en los lugares de encuentro…
Y ahora vamos a visualizar que estamos en el campo, sentados bajo un árbol. Sentimos la tierra o la hierba bajo nosotros y podemos tocarla con las manos. Podemos poner las manos en el suelo de esa hierba o en esa tierra y sentirla. Podemos respirar el aire cálido que trae aroma de romero, de jara, de flores, de tierra mojada.
Sentimos cómo somos uno con este árbol, cómo somos uno con la hierba, con la tierra… cómo nuestro corazón se conecta a la sabia del árbol, a sus raíces, a la tierra… Podemos imaginar cómo nos conectamos al corazón de Gaia; es un corazón fuerte, renovado.
Gaia está llena de alegría porque sabe que esto nos va a transportar a un mejor estado de conciencia, sabe que esto desarrollará nuestra humanidad, nuestro corazón, que la compasión y el amor están creciendo exponencialmente y nuestra escala de valores está adquiriendo un orden mucho más adecuado, que nos permite valorar a nuestros mayores, a nuestra familia, entender el valor de vivir en comunidad y que todo eso hay que cuidarlo; nos hace valorar el campo, la naturaleza, el sol… incluso nuestro cuerpo, que tantas veces descuidamos y que es nuestro vehículo y es importante cuidar… con alimentos apropiados, con ejercicio, con baños de sol.
Vamos a imaginar el sol sobre este entorno en el que nos encontramos, bajo el árbol… Ese sol se filtra entre las ramas y se conecta también con nuestro corazón. Así nos sentimos alimentados por la energía de Gaia y del sol. Sentimos cómo son energías fuertes, revitalizantes, que nos nutren y nos renuevan. Podemos sentir cómo esa energía va fortaleciendo todos nuestros órganos, todos nuestros músculos, nuestro cerebro… y todo nuestro cuerpo resplandece de luz dorada.
Lo volvemos a imaginar, a visualizar a nuestros seres queridos en ese mismo estado de luz; ellos también resplandecen de luz dorada. Nos cogemos todos de la mano en círculo y giramos felices viendo cómo esa luz dorada nos inunda, nos recarga… y nos convierte en una gran columna dorada que, a través de nosotros, une El Sol y La Tierra. Y a través de nosotros toda esa energía solar llega a Gaia, inundándola, fortaleciéndola, igual que a nosotros.
Y de nuevo volvemos a ese templo energético… Os recordamos que estamos sentados aquí en este templo, rodeados por los maestros…
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Queridos amigos, estamos con vosotros, hombro con hombro, corazón con corazón, confiad. Desde aquí trabajamos para que todo sea lo más leve posible. Recordad que sois seres eternos, que aquellos que hicieron su transición volverán, renovados, para disfrutar de la nueva etapa de la humanidad, junto a vosotros. Cada ser, cada alma elige cómo hacer esta transición, si mantenerse físicamente o se hace a través de un cambio de plano; cada uno según sus necesidades, que es algo difícil de entender en vuestra dimensión.
Agradecemos profundamente vuestra valentía, vuestro coraje. Respetamos y entendemos el dolor y, de verdad, deseamos llevaros consuelo con nuestro amor. Ahora más que nunca debéis esforzaros por crecer en alegría, en coherencia, en plenitud, para que todo el sacrificio haya merecido la pena. Este plano debe resurgir con mayor vitalidad y con mayor luz que nunca, para que el esfuerzo de los que se han marchado merezca la pena.
No podéis brindar mayor homenaje que el de la vida, que volver a disfrutar del sol, de respirar, de los abrazos, de los besos, de la música, de todo el arte… Ese es el mejor homenaje que podéis hacer a los que han tenido que marcharse. Y desde aquí os aseguramos que volverán y disfrutarán junto a vosotros del resultado de todo este momento de cambio, que a la larga será positivo.
Para despedirnos… ponemos las manos en vuestros corazones, en vuestra frente, para trasladaros todo nuestro amor y respeto...
Somos uno con vosotros. Por favor, tenernos presentes y pedid nuestra colaboración, porque estaremos encantados de prestaros nuestra ayuda y de hacernos lo más presente que sea posible en vuestro día a día.
Somos uno con vosotros. Por favor, tenernos presentes y pedid nuestra colaboración, porque estaremos encantados de prestaros nuestra ayuda y de hacernos lo más presente que sea posible en vuestro día a día.
Llevad esta música en vuestros corazones, es la música de la esperanza; la esperanza hay que mantenerla siempre viva, hay que alimentarla, porque os hará caminar hacia la recuperación, hacia la armonía, hacia la salud. Esos lemas que tanto se utilizan ahora de… que juntos venceréis… pues así será, ese es el modo, desde la unión de vuestros corazones llegará la Nueva Humanidad.
Hasta pronto, amigos. Dejad que la esperanza brille en vosotros. Sed semillas de esperanza en vuestro entorno, y permitíos reír, y permitíos abrazaros.
Os despedimos con todo nuestro amor.
Jeshua, Miriam y otros
Maestros, Guías y Seres de Luz
a través de Pilar González