"Crisálidas"




Queridos Maestros, ¿cómo podemos ayudar en este momento crucial de la Humanidad a todas esas almas que se marchan, algunas con mucho sufrimiento, con aislamiento, a todas las que se quedan y no han podido despedirse adecuadamente, a las que están sufriendo  de una forma más directa toda esta situación de una manera u otra, a los profesionales que se ven implicados directamente en todo esto y a todos aquellos que lo viven con especial miedo o confusión? ¿Cómo podemos ayudarles a estas almas y también a la Madre Gaia a hacer esta transición para que sea lo más breve y menos gravosa posible?

La compasión es la llave que abre los corazones, crea redes entre vosotros y moviliza en este momento a cada persona.
La compasión es amor en acción. No hay nada más poderoso que eso. Hoy nos acompañan los Seres Elementales, los Seres Intraterrenos; agradecen que penséis en ellos. Están totalmente vinculados a la Madre Gaia y viven este proceso de manera muy profunda. 
El que la Humanidad se pare genera un respiro para el planeta, para el reino animal, vegetal, mineral. Para ellos es un momento perfecto para poder recargar energía, para expandirse, para sentirse libres y a salvo, para que el aire se regenere, y los campos. La atmósfera se limpia y se equilibra. Gracias a vuestro confinamiento el planeta puede avanzar energéticamente más rápido, sin que vosotros distorsionéis o desequilibréis su energía. Al contrario que vosotros, en este periodo los Seres Elementales e Intraterrenos, los reinos vegetal, mineral y animal, están desarrollando una gran actividad cooperativa, reestructurando, regenerando y transformando redes energéticas en el planeta que conformen la base que os alimentará energéticamente y os ayudará a vosotros también a cambiar vuestra estructura energética. Así fue también en el comienzo. Esos reinos de apoyo son la base para que vosotros podáis crecer y desarrollaros. Vuestra existencia vital no sería posible en este planeta sin ellos, no solo físicamente, sino también a nivel energético. Ellos os sostienen, os nutren. Así que es un buen momento para honrarlos, para honrar todo el amor que ponen en ello, todo el esfuerzo. Gracias. 
Cuando podáis salir de nuevo y tengáis oportunidad de ir a zonas verdes, al campo, a la montaña, a la playa, da igual, a cualquier espacio natural, acordaos de hacerles ese pequeño reconocimiento, de agradecer que estén ahí. Incluso de plantar un árbol o tener algún pequeño gesto de reconocimiento, de agradecimiento hacia ellos. 
Ahora también podéis hacerlo desde vuestro jardín, cuidando vuestras plantas en casa. Ellas forman una gran red intercomunicada, es una conciencia colectiva, así es que cualquier mensaje que transmitáis a la planta más cercana se extenderá al resto, especialmente si ponéis vuestra atención en ello. 
Vuestras mascotas también están haciendo un importante esfuerzo para anclar la nueva energía en vuestros hogares. Así es que es un buen momento para mimarlos y agradecerles el que os faciliten, como siempre, otro aspecto más de la vida. 

Vamos a visualizar el planeta envuelto en una red energética rosa, es una luz amorosa, cálida. Visualidad esa luz como un gran abrazo, como si toda la humanidad se uniera en una red abrazando a Gaia. 
Imaginad cómo esa luz se hace más brillante y gira alrededor del planeta a una gran velocidad. 
Sentid cómo vuestro corazón se conecta al corazón de Gaia realizándose un intercambio de energía como a través de un cordón umbilical. Como entre la madre y su hijo se intercambia la sangre con cada latido, de la misma manera a través de ese cordón energético se generan hondas que viajan de un corazón al otro nutriéndoos mutuamente. 
Y ahora visualizad como esa red se convierte en una columna de energía rosa que envuelve el planeta conectándolo con el Gran Sol Central. A través de esa columna llega una energía de amor puro, de paz absoluta, de armonía. Es como una lluvia que cae sobre el planeta empapándolo. Se va filtrando a través de la corteza, de todo el sustrato, hasta llegar al centro del planeta, al corazón. Y a su vez, a través de ese cordón que hemos  creado, Gaia nos envía esa paz, esa armonía, ese amor a nuestro corazón. 
Podemos ver también cómo por esa columna de luz ascienden todas las almas que están listas para marcharse en este momento. Cómo se sienten ligeras y pueden despegarse del dolor que han sufrido y dejarlo atrás. Las almas recuerdan en este momento, cuál es su verdadero hogar y se sienten dichosas de poder por fin descansar, recuperarse. 
Y vamos a visualizar también cómo esta red energética de amor envuelve como una niebla toda la superficie del planeta. Va bajando y pegándose al suelo en cada ciudad y va empapando todos los edificios, todas las personas, cómo esos átomos de amor se van filtrando en los hospitales, en las residencias, en cada hogar, en los supermercados, en las comisarías y cuarteles, en las centrales de transporte… cómo todo se va empapando de esta energía y las personas que trabajan o habitan esos edificios reciben esa lluvia energética tan ligera que pasa desapercibida pero los abraza, los envuelve y se va filtrando hasta llegar a sus corazones donde se deposita como una semilla, una semilla de paz, de amor, de alegría incluso. 
Ya llegará el momento de que estas semillas germinen y florezcan. Este es sólo el momento de la siembra. Esta energía amorosa es como un manto o como una crema que al extenderse sobre la piel dolorida la calma y la refresca de forma que armoniza la energía de todo el planeta, todas las construcciones que hay en él y todas y cada una de las almas que lo habitan. Es como una lluvia llena de gotas que al caer transmiten calma, sosiego, armonía y una pizca de alegría, porque este momento de cambio está cada vez más cerca de su final y pronto empezará a desarrollarse un nuevo comienzo, que es un reto pero a la vez es una gran oportunidad de mejorar todos los sistemas. 
Dejad que esta energía os abrace, os empape y siembre vuestros corazones. 

En este momento es como si estuvierais dentro de vuestra crisálida. El planeta Tierra también es una crisálida gigante que os envuelve a todos, y se está produciendo una gran transformación. Así que dentro de esa aparente  quietud, como ocurre con los capullos de las mariposas que aparentemente no están haciendo nada, pero dentro hay una gran actividad, pues el planeta, que aparentemente está parado, en realidad tiene una gran actividad energética y pronto veréis el resultado de esa transformación. Podréis sentirlo y experimentarlo en vosotros mismos. Cada día estáis más cerca de convertiros en mariposas, extender vuestras alas y aprender a volar con ellas. 
Y aunque os podáis sentir frágiles, en realidad sois Seres con una gran fortaleza. Confiad en la naturaleza, en el proceso. Y simplemente fluid con él. Permitid que afloren en vosotros las emociones que necesitéis sacar, expresad todo aquello que os pesa en el corazón, es el momento de ordenar y limpiar. 
Os animamos a explorar vuestro verdadero Yo y daros la oportunidad de sacarlo a la luz. 

Queridos amigos, nos despedimos por hoy. Confiad en el proceso y escuchad a vuestros corazones, dejad que os guíen, porque vuestros corazones, como las aves que tienen su propio radar y saben cuál es el camino a seguir cuando migran, vuestros corazones también tienen ese radar y saben guiaros. Apagad el interruptor de la mente y encended el del corazón. Es el momento de sentir el camino. Ánimo, porque vuestra sabiduría interior es una fuente enorme, inagotable, dejad que os bañe y os empape. 

Os envolvemos en un gran abrazo amoroso. Hasta pronto.


Maestros, Guías y Seres de Luz
a través de Pilar González