"El cielo en la tierra"

CANALIZACIÓN

Abril 2025

«Aquí y ahora puedes elegir soltarte, desprenderte del pasado, de ese lastre que te ata, y puedes elegir volar hacia tu nueva versión, hacia una versión de ti mismo más brillante, más plena»...    


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Queridos amigos, sois bien recibidos una vez más.

Gracias por abrir este espacio de encuentro en vuestro corazón, donde no hay límites para el tiempo ni el espacio, donde no existe el tiempo ni el espacio. En vuestro corazón se encuentra la chispa divina, esa parte divina que forma parte de vosotros y, a la vez, de Dios. Es vuestro punto de unión con la Fuente Creadora, con la Madre-Padre Universo. Sois uno.

Vosotros sois el brazo ejecutor. A través de vosotros se materializan los mundos. Sois canal para la información divina y, a la vez, dais vuestro propio matiz a esa información, a esa luz que canalizáis.

Estáis preparados para materializar el cielo en la tierra. Ha llegado el momento de que la quinta dimensión se materialice en vuestras vidas. Ya sabéis que para eso, antes hay que deshacer muchos nudos, muchos bloqueos, muchos programas mentales, pero podéis hacerlo, estáis listos. 

Conectad con vuestro corazón. En vuestro corazón reside el amor. El amor es compasión. El amor acoge, respeta, abraza, no juzga.

Estáis, o habéis estado hasta ahora, muy identificados con vuestra mente y con sus procesos, y sentís la necesidad de comprender para poder sanar, para poder soltar. Pero no es imprescindible comprender para sanar, para soltar. Basta con abrazar. Basta con liberar vuestra compasión por vosotros mismos y por los demás. Y entender que todas esas heridas se generaron desde la inconsciencia, desde la falta de visión y de entendimiento. Y con amor, con ternura, podéis abrazarlas. Puedes abrazarte a ti mismo y decirte: «Todo está bien, ya basta de dolor. Yo no soy esa herida, soy mucho más. Yo elijo qué quiero ser». Y aquí y ahora puedes elegir soltarte, desprenderte del pasado, de ese lastre que te ata, y puedes elegir volar hacia tu nueva versión, hacia una versión de ti mismo más brillante, más plena. Y para eso solo necesitas una cosa: amor propio; ámate. Y abre espacio en tu vida para las cosas y las personas que te alegran el corazón. Centra en eso tu energía. Siente qué hay en tu vida que le da sentido. ¿Qué le da sentido a tu vida? ¿Qué te hace sentir bien? Pues dedica a eso tu energía y tu tiempo. Permite que crezca en tu vida.

No estás solo, no estás sola. Hay familiares, amigos, que están a tu lado, que son un apoyo, y también hay una enorme familia de luz que te apoya, que está junto a ti, que es absolutamente real y que puedes sentir si abres el alma, si abres el corazón. Apóyate también en nosotros, en tu familia de luz. Haznos presentes. En la medida en que tú nos hagas presentes en tu vida, más señales, más respuestas encontrarás.

Visualízate en el futuro en el que quieres estar. Sueña a lo grande, visualízate en ese futuro pleno donde todos tus dones se despliegan. Y di: «Me permito desplegar todos mis potenciales plenamente, para mi mayor bien y el mayor bien de la vida en todas partes.»

Solo hay un requisito para que se materialice esta realidad: que trabajes desde el amor, que compartas desde el amor tus potenciales para el servicio de los demás. Por supuesto que será para tu mayor bien, para tu propia recompensa; pero debes centrarte en dar, no en recibir, porque todo lo que des será lo que recibirás. Así es que céntrate en dar lo que quieres recibir. Y hazlo con amor, con ternura, con compasión. Es bonito dar más al que menos tiene; al más egoísta, al que tiene menos visión, menos conciencia, al más enfadado. Es el que más ternura y más compasión necesita.


Es momento también de recuperar la conexión con la Madre Tierra, con los otros reinos, vegetal, animal, mineral, los seres intraterrenos, elementales... Camina descalzo. Deja que el sol te bañe. Intenta sentir a los demás seres que te rodean. Intenta percibir cómo se sienten. Y agradece a las plantas en tu casa, a los minerales y, por supuesto, a los animales que te rodean, todo lo que comparten contigo. Son seres generosos que ayudan a equilibrar la energía que te rodea, con todo su amor y generosidad hacia ti; agradéceselo.

Agradece a las hadas, los elfos, los gnomos y demás seres que ayudan a mantener en buenas condiciones a la Madre Tierra. Agradéceles su trabajo.


Todo puede verse con los ojos del corazón. Recuerda que tus sentido físicos están limitados, pero tu visión va más allá de tus ojos físicos. Permítete mirar con el corazón y descubrirás un mundo mucho más amplio, una gran red de energía en la que tú eres un punto más, un nodo más. Y como nodo de esa red de energía puedes aportar mucho a esa red: mucha luz, mucha información, mucho amor.

Agradece cada día todo lo bueno que hay en tu vida para que crezca.


Permite ahora a tus guías, dales permiso para que actualicen tus cuerpos de luz, para que retiren lo que ya no es funcional ni necesario y activen información dormida que puede ser útil en este momento.

Bienvenido, bienvenida, a una nueva versión de ti, a una versión más luminosa, más plena, más consciente, que te permitirá plasmar, materializar en tu entorno un mundo también más consciente y luminoso.

Gracias por bajar el cielo a la tierra. Gracias por hacerlo posible. Estamos contigo, ahora y siempre. Recuérdalo.

Es hora de volver a sentir tu cuerpo físico, de sentir cómo vuelves a él, a ese maravilloso vehículo que te permite construir y disfrutar el maravilloso mundo 3D.

Recuerda al despertar cada día que tú haces la diferencia.

Hasta pronto, amigos. Os abrazamos con amor y os acompañamos siempre.



MAESTROS, GUÍAS Y SERES DE LUZ 

a través de Pilar González



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