"Permítete brillar"


CANALIZACIÓN

11-febrero-2024.

«Cada día es nuevo, cada día date la oportunidad de volver a intentar dar a luz a tu mejor versión»... 


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Queridos amigos, bienvenidos un día más. Nuestra alegría se renueva con cada encuentro, os lo aseguramos.

Hoy queremos recargaros, llenaros de energía. Sabemos que estáis atravesando procesos difíciles. Ya hablamos de lo incómodo que es cerrar ciclos y periodos de transición en los que hay inestabilidad, incertidumbre y se caen los viejos modelos pero aún no se han afianzado los nuevos. Todo eso genera mucha inestabilidad e incomodidad, lo entendemos.

De verdad queremos animaros, sosteneros... Lo hacemos, os aseguramos que nuestro amor y nuestra energía os acompañan en cada instante y nuestros corazones están unidos a los vuestros.

El proceso está siendo el adecuado, todo es como debe ser, a nivel individual y a nivel colectivo. Todo sigue el plan divino, no hay errores. Toda la sombra que sale es sombra que crea conciencia, que limpia viejos programas y que está colaborando con la luz en ese sentido de conseguir que vuestra conciencia siga creciendo, de empujar al crecimiento de vuestra conciencia.


Así es que os recordamos una vez más que la mejor manera de atravesar estos momentos es centrándose en uno mismo. Evita todo aquello que te quite la paz interior, tanto imágenes, sonidos... evita los medios de comunicación masivos, busca tu información de manera individualizada, y recuerda que no es imprescindible tampoco. Lo importante es, como decimos, centrarte en ti mismo.

Céntrate en alimentar tu cuerpo físico, mental, emocional y espiritual cada día. Cada día toma alimentos naturales, cada día haz ejercicio, cada día deja que tu mente descanse de manera adecuada. Programa momentos de descanso y de ocio en tu día, son muy importantes, son salud y son higiene para tu mente y para tu alma. Haz meditación aunque sea unos minutos para poder centrarte en tu respiración y observar qué hay dentro de ti. De eso se trata meditar, no de dejar la mente en blanco sino de observarte a ti mismo y conectarte contigo mismo. Con tu ritmo, observar cuál es tu ritmo de respiración, cómo de rápido va, si es profunda o superficial... y centrarte en calmarla, en regularla, en expirar el doble de lo que inspiras y en hacerla cada vez lo más lenta que puedas; y además observar cómo te sientes, qué pensamientos vienen a tu cabeza, a cuáles se repiten más, qué te preocupa. Se trata eso de centrarte diez minutos a observarte, a observar tu interior, a percibirlo y a conectarte contigo mismo.

Para tu higiene emocional te recomendamos fomentar el humor en tu vida, a generar espacios de bienestar, de risa, de conexión con los demás, con las personas que te aportan, sobre todo. Recuerda evitar en la medida que puedas todo aquello que te quita la paz, todas las circunstancias, personas, todo lo que puedas evitar, evítalo. Y lo que no te queda otro remedio que afrontar, pues intenta ponerle amor, aceptarlo tal cual, sin juzgarlo y, desde la compasión, desde el corazón, desde el amor, interactuar con esas personas o circunstancias que son un reto para ti y que no puedes eliminar de tu vida en este momento. En esos casos solo queda una herramienta que es el amor y la aceptación, la aceptación desde el amor; desde el amor en ese sentido generoso de no juzgar y simplemente aceptar. E intentar conectar con la esencia, con la luz, con la chispa, que la tiene, de esa persona, de esa circunstancia.

Y para tu higiene espiritual procura con frecuencia crear espacios, para conectar con nosotros, para hacernos presentes en tu vida, para dialogar. Puedes crear tus propias rutinas, más o menos elaboradas, con aromas, velas, música... o sencillas, simplemente pararte en un momento que sepas que no te van a molestar y conectar con tu corazón, conectar desde ahí con nosotros.

Recuerda que Dios está en tu corazón, la energía, la chispa divina está dentro de ti y está en tu corazón. Eres un fractal, un holograma de Dios, del Padre-Madre Fuente Primigenia. Así es que, fíjate, cuán importante eres. Conecta con esa parte

divina que hay en ti. Siéntete merecedor, porque lo eres, por derecho divino, por derecho nacimiento, porque eres una célula de Dios, si quieres verlo así, un átomo de su esencia.

Y si tienes la oportunidad de reunirte con amigos para hacer esto, pues mejor que mejor, porque eso además genera una energía muy bonita de colaboración; multiplica la intensidad del encuentro y de las vivencias que se generan y de la energía amorosa que se genera.

Como ves, son cosas muy sencillas, es simplemente crear pequeñas rutinas en tu día a día, no hace falta dedicar mucho tiempo; unos minutos bastan, es más importante la calidad que la cantidad.

Y cuando realmente instauras esas rutinas, verás que conectas rápidamente, tanto contigo mismo como con nosotros, como con esa chispa divina maravillosa que hay en ti.


Ahora te animamos a relajarte, a cerrar los ojos si no lo has hecho y permitir que tu cuerpo se sienta cada vez más ligero y a la vez se hunda más y más cómodamente.

Visualiza cómo la luz dorada entra por tu nariz llenando tus pulmones, que se iluminan como alas de mariposa ligeras y flexibles. Esa luz pasa al corazón que se ilumina como un gran sol llenando tu pecho de energía, de paz, de bienestar.

Y ahora la luz, desde el corazón, se extiende al resto de órganos cubriendo todo tu abdomen, los brazos, las piernas, hasta la punta de los dedos de los pies y de las manos. Puedes visualizar cómo cada célula se impregna de luz hasta que todo tu cuerpo resplandece.

Y la luz va también a tu cabeza, cubriendo cada surco de tu cerebro, despejándola.

Y ahora a todo tu cuerpo resplandece de la cabeza a los pies. Y la luz sigue creciendo, te envuelve como una gran columna que te conecta al centro del Universo, al corazón de la Madre-Padre Fuente Primigenia.

Y en el otro extremo te conecta al centro, al corazón de Gaia, a la Madre Tierra. Esas dos energías del Cielo y de la Tierra, a través de esa columna llegan a tu corazón, nutriéndote, llenándote de bienestar y de vitalidad.


Y ahora que te visualices en tu forma etérica; da igual qué imagen venga a tu mente, es la adecuada, no la juzgues. Y visualiza cómo tu cuerpo de luz está sentado en un gran círculo rodeado del resto de amigos, de hermanos, de tu familia la humanidad. Y rodeando ese círculo hay otro círculo mayor lleno de magníficos seres de luz, tus guías, maestros, ángeles y arcángeles. Todos os envuelven y conectan su corazón al vuestro por un rayo dorado. Y conectan su plexo solar al vuestro por un rayo dorado. Y desde sus manos también envían rayos de luz que os fortalecen, os renuevan, os recargan. Podéis sentir todo su amor que te envuelve. 

Y puedes decretar: 

Fluyo, elijo fluir con el perfecto plan divino, confío en la vida, confío en el sentido de la vida. Suelto mis pretensiones y deseos, suelto las cargas que no son mías, y desde hoy elijo cuidarme, amarme, valorarme, respetarme y permitirme ser, permitirme expresar mi esencia. Hoy elijo comprometerme conmigo mismo, por encima de todo, desde ese respeto hacia mí. Y con amor y respeto hacia los demás, colaboro con ellos, me libero de cumplir sus expectativas y los libero de cumplir las mías. Me permito poner los límites que necesito para respetar mis propias necesidades, y libero a los demás de mis exigencias. Respeto sus necesidades, sus límites.


Los maestros Jeshua y Miriam se hacen presentes en el centro de este círculo, os cubren con su manto, os bendicen y dicen que es el momento de equilibrar nuestra energía femenina y masculina, nuestra propia energía interior. Ambas son necesarias. La energía femenina del amor, de la compasión, del cuidado, de la delicadeza, de la ternura; y la energía masculina que te permite avanzar, que te permite tomar decisiones, tomar iniciativa, materializar tus sueños. La energía femenina te permite soñar, te permite crear esos sueños, pero la energía masculina te ayuda a materializarlos.

Puedes observar en ti qué lado predomina más. E intenta, de manera consciente, poner tu energía en permitirte desarrollar el que veas que ha quedado más desequilibrado. Permítete hacer acciones que ayuden a desarrollarlo.

Si necesitas desarrollar tu energía femenina, haz cosas que impliquen esa energía, como cuidar a otros seres, puede ser de cualquier otro reino, plantas, animales, minerales, otras personas... Puedes desarrollar tu energía femenina de manera consciente, intentando ser más tierno, más dulce. 

Y si lo que quieres desarrollar es tu energía masculina, si piensas que esa energía es la que ha quedado más desequilibrada, entonces haz ejercicios que te permitan desarrollarla, como, de manera consciente, poner tu atención en poner límites, en decir no cuando realmente quieres decir no; el hacer ejercicios más energéticos, salir a hacer deporte, correr, bicicleta, natación... cualquier deporte puede ayudarte, caminar incluso a buen ritmo. 


Como ves, no hay que hacer cosas demasiado complicadas, más bien poner tu atención, observar qué necesitas y también proponerte a ti mismo el poner tu atención consciente para equilibrar esa energía. Esa la clave, la observación y la atención; la intención también. Y si al principio te cuesta llevarlo a la práctica, pues empieza imaginando, imaginando situaciones. La imaginación es una herramienta muy potente que puede ayudarte a integrar muchos programas mentales y a generar mucha energía en un sentido o en otro. No subestimes el poder de la imaginación porque es muy potente y es quizá el comienzo más fácil.


La Madre María nos envuelve también con su luz, en un tierno abrazo maternal, nos acuna y dice: 

Queridos hijos amados, sentíos merecedores de todo el amor, de todo el respeto, porque lo sois. Los errores son solo aprendizajes. Todo está bien, todo está en su lugar. En cada momento hacéis lo mejor que podéis desde vuestro nivel de conciencia. Así es que cuando tomas conciencia de un daño, perdónate, abrázate y agradece el haber aprendido, el haber realizado ese aprendizaje. Y suéltalo, porque a partir de ahí vas a ser mejor, una mejor versión de ti mismo. Yo os amo profundamente y os conozco a cada uno con total transparencia, y por eso puedo ver vuestra grandeza. Cada día es nuevo, cada día date la oportunidad de volver a intentar dar a luz a tu mejor versión.


Nos despedimos de vosotros, amigos. Pero no nos marchamos del todo. Nuestro amor os envuelve y, siempre que lo necesitéis, visualizaos así, envueltos y conectados a nuestro corazón.

Gracias por estar aquí, por abrir este espacio, por cada día dar lo mejor de vosotros. Gracias por llevar la luz a vuestro entorno.

Es hora de volver, de volver a sentir el aire en vuestros pulmones, de volver a sentir vuestro maravilloso cuerpo físico, este vehículo que os permite vivir tan intensamente en ese maravilloso planeta que Gaia sostiene; ese cuerpo que os permite sentir la hierba, el sol, el mar... cuidadlo y respetadlo.


Hasta pronto, amigos. Sé tú mismo, permítete brillar.




MAESTROS, GUÍAS Y SERES DE LUZ

a través de Pilar González


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