"Sí quiero"
«Tu mayor lealtad es hacia ti misma. Y eso es lo importante, que seas coherente contigo misma, porque eso te hará feliz. Y si eres feliz, harás felices a los demás»...
Queridos amigos, un placer como siempre recibiros, volver a conectar nuestros corazones en vía ancha.
¿Cómo os encontráis? ¿Cómo os sentís? ¿Cómo está vuestro corazón? ¿Cómo está tu corazón? Puede que os sintáis muy confusos, es un momento en el que se cierran muchos ciclos. Estáis cerrando viejas heridas, viejos programas, porque es el momento de renacer en el sentido más amplio de la palabra. La humanidad en su conjunto, Gaia en compañía de la humanidad, la galaxia y un largo etcétera, porque todo está unido y conectado, está en un proceso de metamorfosis, de transformación hacia su mejor versión, hacia una versión más elevada. Hasta ahora, siempre habéis hecho esto haciendo un cambio de plano. Así es que es bastante novedoso y muy emocionante hacerlo manteniendo vuestro vehículo en funcionamiento. Pero es verdad que podéis sentir mucha confusión, porque puede que no sepáis bien quién sois, que caigan muchos de los pilares de vuestra vida. Ya decimos que una ventaja, entre comillas, del cambio de plano es que cuando vuelves no recuerdas la vida anterior. Entonces se hace todo este ajuste; todo esta cancelación de determinados programas obsoletos se realiza y, cuando vuelves con un nuevo vehículo, no recuerdas nada de eso. Entonces vuelves con tu actualización y creces acomodándote y aprendiendo a manejar esa esa actualización. Ahora vais a hacer eso, pero cuesta un poco cerrar programas que han estado muy vinculados, muy integrados en vosotros; programas personales, programas del árbol, programas de la conciencia social, común, de la humanidad.
Tened paciencia con el proceso y con vosotros mismos y permitíos soltar. Permitíos... Lo vais a sentir con mucha claridad, sabemos que vais a sentir con mucha claridad lo que necesitáis soltar. Permitíoslo, no os sintáis culpables, ni desleales, ni mal en ningún sentido con vosotros mismos, por soltar cosas, hábitos, que a lo mejor hasta ahora mantenían a nivel social o familiar en determinadas posiciones y que a lo mejor eso ahora va a cambiar.
Os recordamos una vez más que la mayor lealtad es hacia vosotros mismos, tu mayor lealtad es hacia ti mismo, hacia ti misma. Y eso es lo importante, que seas coherente contigo misma, porque eso te hará feliz. Y si eres feliz, harás felices a los demás. Es así de simple en realidad. A veces os complicáis mucho pensando mil cosas, la mente os lleva por laberintos sin sentido. Aprended a apagarla, a controlarla, a decir no. No es que la tengáis que dejar en blanco; más que apagarla es ignorarla, aprender a ignorarla, a no prestarle atención. A las cosas que no interesan, simplemente dejarlas pasar sin más, sin enredaros en ellas. Porque la mente es muy lista, es una herramienta muy potente, y aprende, y cuando ve que un pensamiento pasa sin que se le preste atención, cada vez lo envía con menos frecuencia, hasta que deja de enviarlo. Así es que... es un proceso un poco pesado, pero merece la pena. Merece la pena observar lo que sientes, lo que piensas, y prestar atención y dedicar energía y tiempo a las cosas enriquecedoras que sientes y te piensas, y dejar pasar de largo las que te empobrecen, las que te hacen sentir mal, las que te restan.
Me gustaría ayudaros a hacer un recalibrado, así es que os pedimos que cerréis los ojos, que os relajéis. Puedes tumbarte, sentarte, como estés más cómoda, más cómodo. Simplemente deja que tu cuerpo se abandone. Siente cómo pesa cada vez más y se hunde cómodamente. Y ahora queremos que imagines cómo un rayo de luz que baja desde el universo, desde el centro del universo, entra por tu chakra corona, por la parte alta de la cabeza. Ese rayo dorado entra y va recorriendo toda tu columna, baja por la garganta, por el corazón y sigue, bajando por toda la columna. Atraviesa tus piernas y, a través de tus pies, baja hacia la Madre Tierra, hacia Gaia. Se enraíza hasta el corazón de Gaia. Siente cómo a través de ese rayo recibes una maravillosa luz dorada que va recorriendo todo tu cuerpo y recargándolo. Visualiza como si tu cabeza fuese un sol brillante conectado a otro gran sol que hay en tu pecho, conectado a otro gran sol que hay en tu abdomen, en la parte baja de tu abdomen. Esos tres soles son cada vez más intensos, más potentes, más brillantes. Están conectados por ese rayo que baja desde la cabeza hasta los pies. Siente cómo cada vez brillan con mayor fuerza, con mayor intensidad, y cómo te transmiten a ti esa fuerza, cómo te recargan. Y puedes decretar:
Incorporo con facilidad esta nueva energía a mi ser, a mis células, a mis átomos, y toda su información. Permito que se activen las partes dormidas de mi ADN que me llevan a una mejor versión, y agradezco y cancelo con amor todos los programas que ya están obsoletos y me suponen un lastre. Los suelto con amor, permito que descansen, que se desactiven.
Siente brillar esos tres soles que hay en ti, una luz maravillosa, muy intensa, que no deslumbra, no es agresiva, es una luz intensa, pero que te nutre, que te acaricia, que te reaviva.
Ahora, nuestra madre Gaia quiere dedicarnos unas palabras, agradecernos que aceptáramos hacer este camino con ella, este proceso. Para ella también es un proceso que entraña dificultad, pero que a la vez sabe que la va a llevar a... nos va a llevar a todos a un lugar mejor, a una línea espacio-tiempo llena de luz, de armonía, de bienestar, de alegría y de paz, donde la colaboración y la comunicación no solo serán una realidad entre los humanos, sino con el resto de seres que nos acompañan, que nos sostienen.
Quiere dar su agradecimiento y reconocimiento al reino mineral, que fue el primero en actuar, el primero en anclar luz. Gracias a todos los seres que forman parte de ese reino, que es la base que sostiene todo y a todos. Os honramos, y os agradecemos profundamente vuestra labor. El Reino mineral está también en cada ser humano; sin minerales el ser humano moriría, son necesarios para la vida, están en vuestra sangre. Cuanto más conectados os sintáis a este reino, más rica estará vuestra sangre. Podéis hacer una conexión con este reino de manera consciente y pedir que os nutra cuando lo necesitéis, cuando queráis recuperar vitalidad.
También quiere Madre Gaia reconocer, honrar, a otro gran pilar, el reino vegetal. Fue el segundo reino en traer luz, en traer información de vida a este planeta. Por supuesto, es un reino que os nutre claramente, que os sostiene en muchos sentidos, en el que tenéis una alimentación directa a través, no solo de la comida, sino también del oxígeno. Así es que es un reino muy conectado a vosotros, y agradecemos que cada vez el ser humano sea más consciente de lo importante que es cuidarlo y respetarlo.
Ambos reinos, el mineral y el vegetal, han sido explotados por el ser humano, han sido muy dañados. Aún hoy existen esas prácticas, pero cada vez un mayor número de seres humanos intenta de manera consciente conectarse a estos reinos, cuidarlos, plantar árboles, no tirar basuras, no contaminarlos de ninguna manera con residuos y vertidos.
Y por supuesto, Gaia quiere honrar y agradecer al reino animal, que también ha sido un reino, y es un reino, que sufre mucho por causa humana, y a la vez es un reino muy amado por el ser humano, porque actualmente el número de familias con un miembro de este reino es muy numeroso, y son muy valorados y muy amados. También el reino vegetal está presente en la mayoría de los hogares, e incluso el reino mineral cada vez es más valorado también y también está muy presente en nuestras casas.
Así es que... creemos que es un buen momento para cerrar heridas en todos los reinos, en todos los seres. Es un buen momento para que la humanidad de manera consciente pida perdón, por el daño causado; se perdone a sí misma, porque las cosas se han hecho desde la inconsciencia, los daños se han hecho desde la inconsciencia. Así que es el momento de pedir perdón, también de perdonarnos nosotros mismos y de agradecer profundamente, reconocer y honrar la labor de todos estos seres maravillosos.
Es el momento de que la humanidad camine de la mano con el resto de seres, y os animamos a que cada vez más (sabemos que muchos ya lo hacéis) os permitáis el sentir, sentirlos, el sentir la comunicación con ellos, hablarles, preguntarles, porque os puede sorprender mucho cuánta sabiduría contienen.
También deciros que la humanidad en este momento aún no está preparada para dejar de sostenerse si no es a través de estos reinos. Ellos lo saben, lo hacen con amor y voluntariamente, ese sostén. No hay nada de malo en seguir utilizando para vuestra alimentación vegetales, animales, minerales; pero honradlos, agradecedles y no toméis más de lo necesario. Y probad también a conectaros a nivel energético, a pedir una alimentación energética, porque también os la pueden dar. No os quedéis sólo en la materia, conectaos a otros niveles con ellos.
Ahora Madre Gaia os pide que imaginéis cómo desde el centro de su corazón, a través de la planta de vuestros pies, sube la savia, la energía verde, sanadora, nutritiva, renovadora... Sube por vuestras piernas, el chakra base, a través del perineo, sube por toda la columna y atraviesa todo vuestro cuerpo hasta salir por la cabeza. Podéis ver cómo el sol del abdomen, el sol del corazón y el sol y de la cabeza brillan con esa energía verde de vida. Sentid cómo sois como un gran árbol enraizado en la tierra, con vuestras ramas abrazando el cielo. Y así sois un puente entre el cielo y la tierra. La energía del cielo y la energía de la tierra forman parte de vosotros. Y sois estrellas, y sois minerales, y sois plantas, y sois animales y sois humanos, porque sois todo, porque sois ángeles. Todo está en vosotros, porque sois a imagen y semejanza de La Fuente; un fractal, un logograma. La parte está en el todo, pero el todo está en la parte. Así es que sentid todo ese poder, toda esa fuerza, no para usarlo para oprimir ni para dañar, sino para que os nutra, que os ayude a crecer y a crear juntos un mundo rico en el que todos podáis seguir creciendo y compartiendo vuestras capacidades, vuestras habilidades, con amor y con respeto.
Madre Gaia os dice adiós con amor, aunque estamos unidos, formamos parte de ella y ella de nosotros.
Vuestros guías os sostienen con amor, os acompañan. Hoy puede ser, si te lo permites, el día de tu renacer, de decir "sí quiero" a tu mejor versión, de celebrar un enlace contigo mismo, contigo misma, con tu Yo Superior, de jurarte lealtad, amor y respeto a ti misma, a ti mismo, de abrazar al niño, la niña, que hay en ti y besarla y agradecerle todo lo que ha hecho, y decirle que es hora de volver a jugar, a ser feliz y a no encargarse de nada más, porque eres tú quien va a encargarse de todo. Y escucha, dedícale cada día un tiempo a esa niña, a ese niño; siente qué es lo que quiere, qué es lo que necesita, y dáselo. Si necesita cantar, si necesita bailar, si necesita correr, saltar o comerse un pastel, pues permíteselo. Escucha cada día a tu niña, a tu niño, y mímalo.
Y ahora imagina, visualiza, un maravilloso ángel alado, enorme, poderoso... Llega a ti, se posa justo delante de ti, muy cerquita. Es majestuoso, puedes sentir toda su grandeza, toda su energía maravillosa, sus alas inmensas. Deja que ese Ángel te abrace, y siente cómo te integra, cómo te ajustas en él fácilmente, porque eres tú, es tu Yo Superior, tu parte divina. Deja que esa parte te guíe. Y cada día, dedícale también un ratito a sentir hacia dónde voy. Porque todas las dudas que tú tienes, tu Yo Superior tiene todas las respuestas. Así que simplemente permítete hacerle las preguntas y deja que las respuestas te lleguen a través de las sincronías, de las coincidencias, de la inspiración. Simplemente confía y estate pendiente de esos detalles, y podrás ver claramente las respuestas y el camino. Y sobre todo escucha dentro de ti, qué te hace sentir bien y qué te hace sentir mal. Y camina siempre hacia lo que te nutre, hacia lo que te suma.
Es el momento de volver, pero tú Ángel va contigo, tu niña/o también, porque sois uno, y además eres mineral, eres planta, eres animal, eres humano, y eres divino. Todo está en ti, atrévete a explorar todas esas facetas, todas esas partes, y a dejar que se desarrollen y que crezcan en ti capacidades que estaban dormidas y que ahora van a empezar a despertar. No tengas miedo de despegarte de tu viejo Yo, de tu viejo personaje. Abrázalo con cariño, dale las gracias por traerte hasta aquí y déjalo marchar y descansar. Y permítete, como la mariposa, transformarte en algo mejor, en alguien mejor.
Vuelve a respirar profundo, a sentir tu cuerpo, tus pulmones, tus manos, tus pies. Ve moviendo tu cuerpo, siéntelo de nuevo; ese maravilloso vehículo que te acompaña en esta aventura. Y a partir de hoy di: Sí quiero, comprometerme conmigo misma y ver a dónde me lleva este nuevo Yo, esta nueva versión; con ilusión, con alegría, con amor, como un juego.
Gracias una vez más por este tiempo compartido. Nos vemos pronto de nuevo. Hasta pronto, amigos.
MAESTROS, GUÍAS Y SERES DE LUZ
a través de Pilar González
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