"Atreveos a soñar"
Están muy contentos de recibirnos, los Maestros. Siempre se les alegra el corazón cuando llegamos. Nos abrazan y nos cogen de las manos para ayudarnos a sentarnos con ellos. Nos ofrecen té y pastas porque quieren que sea una tertulia muy normal y común. Ellos se sienten tan cercanos a nosotros, que les gustaría que los percibiésemos como algo real, de carne y hueso. Como el café que tomas con cualquier amigo.
Ellos saben que nos preocupa la marcha de nuestro mundo. Que nos parece que visitarlos es un escape, una huida al Paraíso. Pero en realidad todo va bien. Nos insisten en que todo va bien.
Este año, sobre todo este mes de febrero, es un tiempo muy dual, porque es necesario un aumento de la negatividad o de las “cosas de la sombra” para poder tomar conciencia de ella y poder limpiarla, soltarla. Es como cuando miras con lupa algo para asegurarte que has limpiado bien el polvo. Los vendavales, los ciclones, sirven para limpiar los árboles de ramas secas, y eso les da… les hace crecer con mayor vigor; renovar su sabia y fortalecerse.
La Humanidad está sufriendo una poda en programas mentales y viejos paradigmas. Y después de esta poda empezarán a crecer los nuevos modelos. Que ya están aquí, que ya se están desarrollando pero que aún no son fuertes o no se han extendido a la mayoría. Saben que es difícil no dejare arrastrar por el miedo, el estrés, por la ansiedad, el estilo de vida y la mentalidad que se intenta imponer de forma interesada para imponer el estilo de vida consumista y rentable para muchos actualmente. Por eso nos aconsejan que no tengamos miedo de ser alternativos, de seguir nuestra propia sabiduría interior, de cerrar los ojos y los oídos a las cosas que nos contaminan. No solo contaminan los gases de los coches. También contaminan las imágenes violentas, los sonidos estruendosos, los sabores saturados y excesivos a los que nos hemos acostumbrado. Vivimos en una sobre-estimulación de los sentidos. Nos aconsejan volver al “menos es más”. Menos comida, menos sabores, volver a la esencia, a la naturalidad. Menos cantidad de ropa, menos televisión, menos alcohol, menos drogas legales e ilegales. Y más escucharnos. Escuchar nuestro cuerpo que emite señales constantemente para decirnos lo que necesitamos, lo que es bueno para nosotros y lo que no. Más escuchar nuestras propias emociones. Observar cómo nos sentimos y qué necesitamos para recuperar el equilibrio. Más vivir para nosotros y menos para los demás en el sentido de escaparate, de apariencia. Y también en el sentido de mantener esos dictados sociales que no son coherentes con nosotros mismos y nos empeñamos en cumplir. La mayor fidelidad que debemos tener es hacia nosotros mismos. La mayor lealtad que debemos tener es hacia nosotros mismos.
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Quieren ahora ayudarnos a hacer un equilibrado energético de nuestros cuerpos físico, mental, emocional y espiritual. Y para ello quieren que adoptemos una postura cómoda, que nos permita estar relajados… y visualicemos una luz dorada, una esfera de luz dorada que brilla en nuestro corazón.
Es una luz cálida, agradable, que nos produce sensación de bienestar. Y esta esfera empieza a crecer envolviendo también nuestros pulmones… y sigue creciendo envolviendo el abdomen, se amplia hacia la cabeza y las extremidades, como un huevo dorado que nos protege y nos envuelve, creando un ambiente cálido, protector.
Es una luz cálida, agradable, que nos produce sensación de bienestar. Y esta esfera empieza a crecer envolviendo también nuestros pulmones… y sigue creciendo envolviendo el abdomen, se amplia hacia la cabeza y las extremidades, como un huevo dorado que nos protege y nos envuelve, creando un ambiente cálido, protector.
Podemos sentir como si ese huevo fuese fluido y nos meciera como cuando éramos bebés en el vientre de nuestra madre. Incluso podemos percibir un latido de fondo “bom, bom, bom, bom…” que nos produce una sensación de tranquilidad y de calma, es un sonido acompasado. El Universo tiene su propio latido y podemos sentir cómo somos como bebés cósmicos flotando en ese vientre cósmico.
El Universo nos cuida. Siempre, como toda madre, intenta que cada uno de sus hijos pueda desarrollar sus mejores cualidades, pueda desarrollar sus capacidades y tener una vida plena y feliz.
Siente que Mamá Universo te cuida, te nutre, te acompaña. Y siempre te facilitará oportunidades para mejorar en lo que necesites. Sólo tienes que confiar y estar atento a las señales.
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Es hora de volver a casa. Pero recordad siempre que vivís en el vientre de Mamá Universo. Confiad en su amor y en su generosidad. Y haced vuestra parte para que ella pueda hacer la suya.
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Ahora vamos a mover las manos, los pies, el cuello… Vamos a llenar los pulmones de aire, nuestra primera respiración! … Y ya estáis listos para disfrutar de la vida, que es un gran regalo que tenéis, para crear, para soñar, para disfrutar.
Atreveos a soñar.
Maestros, Guías y Seres de Luz
a través de Pilar González