"Una linterna en el corazón..."
El Maestro Jeshua y la Maestra Miriam, nuestros guías y otros maestros se sientan con nosotros en círculo y nos agradecen la visita. Nos invitan a un café multidimensional y dicen riendo que nos ofrecen pastas y bizcochos con el café, que son muy considerados y conocen nuestras costumbres… Bueno, es un broma que nos gastan…
El solsticio de invierno, como la Navidad, es el inicio de la luz, es el momento del inicio de la luz a nivel cosmológico. Puede parecer contradictorio ya que asociamos el invierno a oscuridad y a frío, sin embargo es cuando se inicia el crecimiento de la luz, porque todo es un proceso.
Los humanos solemos querer, cuando iniciamos algo, ver enseguida su máximo esplendor y verlo en plenitud rápidamente. Sin embargo la naturaleza utiliza tres meses para llegar del invierno a la primavera y otros tres para llegar de la primavera al verano, que es la plenitud. Seis meses para llegar a esa plenitud, nueve meses en un embarazo, en una gestación, como la del maestro Jesús cuando se encarnó en La Tierra.
Y es que el camino es muy importante. Ese camino que recorremos desde que algo se inicia hasta que alcanza la plenitud nos enseña muchas cosas y nos prepara para poder sostener esa plenitud. Si las cosas se iniciaran y alcanzaran su plenitud tan rápidamente no estaríamos preparados para sostenerla, pero al crecer lentamente nos permiten crecer en capacidad, en sabiduría, en madurez, a la vez que ellas, para acompañarlas y sostenerlas. Tenéis miles de ejemplos en las grandes estrellas, del fútbol, de la música… Cuántos no han sido capaces de sostener ese “boom” que les hizo crecer rápidamente…
No tengáis prisa, disfrutad del camino y permitíos crecer poco a poco, en vuestros proyectos, en vuestros sueños, en vuestro amor y en vuestra vida en general. Si recordáis, cuando erais niños os parecía imposible llegar a saber hacer todo lo que hacían vuestros padres, a saber realizar un viaje por carretera sin perderos, saber desplazaros a cualquier lugar, saber cocinar… hacer montones de cosas que parecían muy complicadas y que ahora sabéis hacer mejor que ellos. Pues exactamente igual ocurre con vuestros proyectos, con la vida misma.
A veces os sentís pequeños, creéis que no alcanzaréis ese objetivo que anheláis, y sin embargo algún día seréis verdaderos maestros en lo que está sembrado en vuestro corazón. Las semillas son muy pequeñas y no tienen ninguna prisa, tardan años en convertirse en árboles. Y eso les permite crear raíces profundas que les anclan, les sostienen y les permitan adaptarse a todas las incidencias climáticas y de otro tipo que puedan sufrir, porque sus raíces son fuertes y profundas, porque se han dado tiempo para crecer. Pero una semilla no necesita que nadie le diga que es un árbol, ella sabe que es un árbol, no tiene dudas de que es un árbol.
Vosotros tampoco debéis dudar de lo que sois, de todo el potencial que hay en vosotros, cada uno sabe qué guarda dentro de sí… Y debéis tener confianza en vosotros mismos, en el Universo, y dejar que esa esencia crezca, se expanda y se comparta con los demás cuando llegue su máximo momento de expansión.
No dudéis, tened confianza en lo que sois. Y si estáis tan confundidos como para haber olvidado quién sois, buscad ratitos de silencio y dejad que os hablemos al oído y dejad que os recordemos quién sois.
Hoy es un momento de celebración, de renovación. Es importante renovarse, la naturaleza se renueva constantemente. Y vosotros en realidad también, aunque no seáis conscientes. Todas vuestras células, vuestra piel, vuestro pelo, vuestros órganos… se van renovando. En realidad, cada tres años tenéis un cuerpo nuevo. Vuestros cuerpos energéticos también intercambian continuamente con todo su entorno, así es que en realidad lleváis un poquito de todo lo que os rodea, incluso de lugares lejanos por los que tenéis afinidad… también lleváis átomos y energía de sitios y de personas que os sorprendería saber lo lejos que pueden estar. Pero cuando estáis en la misma vibración que algo o que alguien se produce ese intercambio, esa conexión que os enriquece a todos.
Como decía, es un día de celebración o de renovación. Así es que queremos, os pedimos, os invitamos… a que pongáis las manos en vuestro corazón, respiréis profundo y elijáis algo de lo que queráis desprenderos, algo que os pesa o que ya no necesitáis, un miedo, una preocupación, una tristeza, una obligación que os habéis impuesto…
Muy bien, pues envolvedlo en una burbuja y soplad…
Y dejad que esa burbuja se eleve, la arrastre el viento, este viento que os acompaña, este viento maravilloso que está limpiando, peinando a La Tierra y a su Rejilla… y a vosotros. Y energéticamente está limpiando el planeta, toda la vieja energía y os está ayudando a soplar y a dejar que se vayan los viejos esquemas por los que se regía el mundo.
Así que celebramos un parto, un nacimiento… que no es el de Jesús, no es el mío, no es el de Jeshua… Jeshua-Miriam, Miriam-Jeshua… No es nuestro nacimiento, si no el de la Nueva Humanidad en la que estáis ayudando a parir, con los dolores del parto. Porque esa transformación que hacéis cada uno de vosotros, esa renovación que hacéis cada uno de vosotros con vuestro trabajo personal, con vuestro esfuerzo, es la que os convierte en nuevos humanos, es la que dará lugar a la Nueva Humanidad.
Nosotros os honramos y os agradecemos este trabajo y hoy os traemos, como los Reyes Magos, oro incienso y mirra para untar vuestras heridas, para calmar vuestro dolor. Queremos transmitiros nuestro agradecimiento. No penséis nunca que vuestro esfuerzo es en vano, porque no lo es en absoluto, al contrario. Vuestro esfuerzo ayuda a vuestros antecesores y también a vuestros predecesores. Cada paso que dais hacia la Luz es un paso que ilumina a los que estuvieron antes que vosotros y a los que vendrán después. Y todos los pasos son importantes, porque todos los recorridos, por pequeños o grandes que sean, se construyen paso a paso. Y lo importante es eso, caminar, no quedarse paralizado, no dejarse atrapar por la confusión o por el desánimo. Seguid caminando siempre hacia la Luz y cada vez encontraréis más claridad.
Os envolvemos en nuestra Luz… Queremos que sintáis lo amados que sois, lo valiosos que sois, lo apreciados que sois…
Descansad en nuestro abrazo siempre que lo necesitéis, estamos a vuestra disposición.
Y os entregamos un regalo más… Una linterna, para que la guardéis en vuestro corazón y la encendáis siempre que sintáis aparecer el miedo, la tristeza o la duda, como hacen los niños por la noche, que dejan su lucecita encendida…
Recordad que siempre hay luz en vuestro corazón, sólo tenéis que poner en ella vuestra atención y se encenderá.
Bueno… Llega el momento de decir “hasta luego”. Nos ha encantado “tomar café” con vosotros, podéis venir siempre que queráis, estaremos encantados de recibiros. Acordaos esta navidad de encender vuestras “linternas del corazón”, de soltar todo lo viejo que vayáis encontrando. Entregádselo al viento y dejad que La Luz siga creciendo en vosotros.
Os dejamos envueltos en nuestro abrazo de amor…
Hasta pronto.
Jeshua, Miriam y otros Maestros y Guías a través de Pilar González