"Que aflore vuestra esencia"


 CANALIZACIÓN 02-dic-2020 (texto y audio)

"No tengáis miedo de vosotros mismos. Dejad de ahogaros, de asfixiaros, permitíos coger aire y respirar abiertamente a pleno pulmón. Permitíos sentir la plenitud en lo que hacéis, en lo que sentís." 


Queridos hermanos, os damos un día más la bienvenida con el corazón alegre, como siempre.

No desesperéis, no desfallezcáis, no os dejéis engañar por las apariencias. Es cierto que se ha creado como una niebla que lo envuelve todo, que crea confusión. Las informaciones cruzadas hacen que a veces no se sepa hacia donde dirigir la atención o en qué confiar. Nuestro consejo es el de siempre: confiad en vuestro corazón. Preguntadle a él, no a vuestra cabeza. Dejad que os guíe la intuición. Paraos a ver cómo os resuenan las cosas, qué sensaciones os producen. Aprended a escucharos.

Es posible que estéis un poco hastiados de representar vuestros personajes. Es momento de que aflore vuestra esencia. Quizá sintáis necesidad de cambios y renovación. Tampoco se trata de poner toda vuestra vida “patas arriba”, pero sí sed coherentes. Permitíos expresaros con sinceridad y con coherencia, desde el amor y el respeto hacia los demás, pero también hacia vosotros mismos. 

También es posible que estéis confundidos respecto a vuestros propios sentimientos por esa razón, porque vuestro personaje se os ha quedado pequeño y es momento de descubriros a vosotros mismos. No os precipitéis, pero observaos, sentíos, daos permiso para conoceros, para conoceros de verdad, sin juzgaros a vosotros mismos, sin prejuzgaros, sin limitaros, sin clichés, sin pretender cumplir con ningún prejuicio ni ningún dictamen social o de otro tipo. 

Tomaos vuestro tiempo para responder, para elegir, para decidir en vuestro día a día, qué respuestas queréis dar, qué iniciativas queréis tomar, qué cosas queréis mantener y cuáles queréis cambiar. No deis nada por sentado ni establecido. Es el momento de cuestionar, de cuestionaros, de preguntaros realmente qué cosas os hacen felices y cuales no. No cuáles deberían, no qué creéis que os debería hacer feliz o qué creéis que esperan los demás que os haga feliz, sino las que de verdad os hacen felices. Con sinceridad, con honestidad, y empezad a afianzar esas cosas, a nutrirlas, a darles espacio en vuestra vida y a liberaros de esas otras que han dejado de aportaros (cosas, personas…), todo está en momento de cambio.

No tengáis miedo de vosotros mismos. Dejad de ahogaros, de asfixiaros, permitíos coger aire y respirar abiertamente a pleno pulmón. Permitíos sentir la plenitud en lo que hacéis, en lo que sentís. Quizá descubráis que cosas que dabais por hecho, que son importantes para vosotros, han dejado de serlo y se han convertido simplemente en un hábito.

Revisad vuestros hábitos y ved si queréis mantenerlos o no. Es momento de cuestionarlo todo, como los niños cuando están aprendiendo, cuando están descubriéndose, descubriendo el mundo y preguntan: “¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por que?”

A menudo sentís que os falta la energía, pero es que la empleáis en soportar grandes cargas. La vida es para disfrutarla, no para soportarla. Descubrid vuestra manera de disfrutar cada día, en cada momento. A menudo, una mayor dosis de amor mejora mucho el resultado de cualquier actividad, de cualquier relación. Allí donde no podáis poner más amor, donde no os sintáis capaces de sumar, es hora de soltar.

No os sintáis culpables por vuestras decisiones si las tomáis desde el corazón, con sinceridad, con coherencia, con honestidad, porque la primera fidelidad es hacia vosotros mismos. En la medida en que vosotros os permitís ser, ayudáis a que los demás también lo hagan. En la medida en que vosotros os mostráis, permitís que los demás también lo hagan.

Os pedimos ahora que visualicéis una columna de luz que os envuelve como una ducha de luz blanca, cálida, que cae sobre vosotros y os va calando, va penetrando en vuestras células convirtiendo vuestro cuerpo en un cuerpo luminoso. Sentid cómo os disolvéis dentro de esa columna, vuestros átomos se convierten en una nube, sois la propia columna de luz, podéis expandiros, elevaros hasta el centro del Universo. Sentid vuestra ligereza. Es como si os acercarais a un mar de tranquilidad, de paz, como si os mecieran unas olas suaves, como si el agua cálida os meciera. Podéis flotar en ese fluido en paz, relajados, porque estáis a salvo. Podéis disfrutar del movimiento suave, podéis sentirlo como una caricia y dejaros mecer. A veces puede haber corrientes juguetonas que os arrastren y os hagan girar y os hagan cosquillas. Podéis sentir la plenitud del bienestar, podéis sentir vuestra unión al Todo.

Se acerca el solsticio de invierno, el comienzo de la luz, y con él el nacimiento de vuestro nuevo Ser. Sentid cómo la Fuente os nutre, cómo os recarga, cómo alimenta vuestra esencia para que encuentre el camino para crecer y florecer. Y poco a poco, cómo las hojas de otoño caen, sentid cómo os vais deslizando con suavidad por esa columna de luz hasta el corazón de Gaia, sentid su frescor, su vitalidad, su fuerza. Es momento de honrarla y de agradecerle que os haya traído hasta aquí. Ella a vosotros y vosotros a ella. Os ama profundamente. Sentid vuestras raíces, sentíos anclados a ella, para florecer es importante tener raíces profundas.

Recordad conectaros a Gaia a diario, pasead por la naturaleza, visitad espacios verdes, aunque sean urbanos, poned plantas en vuestra casa. Sentid cómo su savia os nutre y os renueva, cómo os recarga. Sentíos como un árbol que poco a poco se va desplegando y expandiendo.

Queridos amigos, gracias una vez más por acompañarnos. Recordad que estamos a vuestra disposición, que no estáis solos en este tránsito, en esta transformación. Pedidnos guía, pedidnos fuerza, con gusto os acompañamos. Y confiad, tened confianza en vosotros mismos y en todo este proceso, porque os llevará mucho más lejos de lo que nunca habíais ido hasta ahora.

Hasta pronto, que la paz y el amor os acompañen.


Maestros, guías y seres de luz

a través de Pilar González


Comentarios