"Que la fuerza del amor os acompañe"



La paz sea con vosotros, amigos, soy el Arcángel Miguel. 

Hoy quiero envolveros en mi luz, en la luz que custodio. La luz Diamantina que es la que inicia esta nueva Era.  Es la luz de mi espada, pero no os confundáis; no es una espada para la lucha, es una espada para la justicia, para el amor, para empoderaros.
Hoy quiero haceros entrega a cada uno de vosotros de mi espada. Quiero entregaros su fuerza, quiero que su luz os acompañe. Quiero que cada uno de vosotros visualicéis cómo me coloco delante… Tú estás arrodillado como los caballeros, con tus Guías a cada lado y Yo me paro delante de ti y toco tus hombros y tu cabeza con mi espada. En este momento te nombro Guerrero de Luz, no para que levantes la lucha sino para que sientas el poder del amor y de la justicia dentro de ti. No de la justicia acusadora, no se trata de juzgaros ni de juzgar a nadie sino de ser coherentes y compasivos con vosotros mismos y con los demás. 
Justicia en el sentido de no pedir más de lo necesario; en el sentido de honestidad, de impecabilidad. 
Ahora te hago entrega de tu propia espada, quiero que la recojas y que la integres en tu pecho, en tu corazón. Quiero que sientas cómo su luz crece dentro de ti, la luz blanca azulada. Cómo se ilumina cada vez de forma más potente extendiéndose por todo tu cuerpo, por todas tus células y todos tus cuerpos energéticos. Cómo te envuelve, te recarga y te empodera; siente su vitalidad, su fuerza. 

En cada uno de vosotros hay una parte de mí de igual forma que en mí hay una parte de vosotros. Pensáis en mí como un ser superior, pero somos hermanos. Permitid que despierte en vosotros la luz diamantina y el recuerdo de vuestra esencia. 
A veces lo más difícil es no hacer nada. A veces lo más difícil es simplemente sostener, sentirte columna, canal para que a través de ti se ancle toda esta luz en tu entorno. Mantener la energía de la paz, del amor, de la alegría, de la creatividad, de la confianza. En estos tiempos difíciles, de caos, de cambios, de incertidumbre… os pedimos eso, que seáis esa columna para vuestro entorno, para vuestros hijos, familiares, compañeros de trabajo, que seáis capaces de ser fuente, ser manantiales de paz, de confianza, de alegría. 
Quiero que la espada que os he entregado os sirva para recordar y despertar vuestra luz, vuestra propia luz diamantina y vuestro poder personal. Invocadla cuando lo necesitéis y visualidad cómo se activa en vosotros. 
Gracias por decir “sí”, por colaborar conmigo. Sé que no os pido una tarea fácil, es una tarea muy importante y que sé que podéis realizar. 
Nada más, amigos, la fuerza está en vosotros. Recordad que todo lo que buscáis está en vosotros. Id siempre a vuestra fuente y bebed de ella. 
Que la fuerza del amor os acompañe.

Ahora toma la palabra la Madre María (Meriem), nos envuelve en su luz dulce, tierna. Nos recuerda que no hay nada más potente que la inocencia, que el vernos a nosotros mismos y a los demás cada día, con ojos nuevos. Que no hay nada más potente que la dulzura, que la ternura… que lo disuelven todo y lo sanan todo. Que no hay mayor fortaleza que la fragilidad, porque quien no tiene miedo a mostrar su fragilidad, su vulnerabilidad, es porque realmente se conoce y eso le hace muy fuerte. 
Quiere que activemos nuestra energía femenina, tanto los hombres como las mujeres. Para que se equilibre con esa otra energía masculina que ha representado el Arcángel Miguel; es necesario equilibrar en nosotros las dos fuerzas: el poder personal, la confianza, y también la ternura, la inocencia, la dulzura. 
La Madre María se despide con el mismo saludo “que la fuerza del amor os acompañe.”

Dicen los Maestros que la paz se alimenta con paz, el amor se alimenta con amor, la confianza se alimenta con confianza y la alegría con alegría. Así que para que todas esas energías crezcan y se fortalezcan en nosotros debemos buscar y generar espacios donde generar amor, paz, confianza, alegría, a través de la meditación, de la conversación con amigos, del arte. Y que además son, sobre todo, una elección; tenemos que elegir ser eso, ser confianza, apostar por ella. Cuando sintamos miedo, nos sintamos desafiados, tengamos que tomar una decisión… elegir hacerlo desde la confianza, elegir hacerlo desde el amor, desde la alegría. 
Así es como esas fuerzas crecerán en nosotros, se fortalecerán y nos resultará cada vez más fácil porque las tendremos cada vez más integradas. 
Puede ayudaros hacer simples afirmaciones como: “soy confianza”, “soy amor”, “soy ternura”, “soy alegría” o “activo la confianza en mí”, “activo el amor en mí”, “activo la alegría en mí”. Y esto podéis repetirlo a lo largo del día miles de veces, tantas como necesitéis. Para que se vaya integrando y vayáis reprogramando vuestra mente, vuestros programas. 

Gracias por habernos brindado este espacio una vez más. Recordad que siempre estamos con vosotros y apreciamos, nos alegra enormemente, que nos recordéis y nos habléis en cualquier momento, en cualquier lugar. 
Os abrazamos con todo nuestro amor y, de igual forma que os pedimos que sostengáis a vuestro entorno, también nosotros os sostendremos a vosotros. No estáis solos, vosotros también estáis sostenidos, acompañados. 

Que la fuerza del amor os acompañe. Hasta pronto, amigos. 


Arcángel Miguel y Madre María
a través de Pilar González

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